La obra en dos volúmenes titulada «Cruz e Infierno» nos presenta uno de los temas centrales de la teología de Adrienne von Speyr. Este primer volumen contiene sus experiencias de la Pasión y Resurrección de Cristo que, por una gracia especial, acentuaron el centro del Sábado Santo; las mismas son aquí expuestas de un modo cronológico desde el año 1941 hasta 1965. El segundo volumen, cuyo centro son los llamados «infiernos en obediencia», es una exposición de los éxtasis a un estado de infierno experimentados por Adrienne en una objetividad de obediencia a la tarea y de pura transmisión, en una forma de ‘ser en el Espíritu’, cuya unidad está en presentar, especialmente para su padre confesor, realidades de la Revelación cristiana a partir del «estado de infierno». El arraigo teológico de esta posibilidad mística en la teología del Sábado Santo puede reconocerse ya en el primer volumen: este presenta varios ejemplos de tales infiernos en obediencia (por ejemplo, en el año 1946). Sin embargo, el centro del interés recae aquí en acompañar al Señor en su «descenso al infierno». En cambio, en el segundo volumen el mismo estado sirve para iluminar también otras verdades cristianas.

Si el infierno ha de ser una verdad dogmática, entonces él puede tener un lugar significativo y comprensible para la fe solo en el marco de la doctrina de la Trinidad, de la cristología y de la soteriología. En esta obra, este lugar le ha sido asignado por primera vez con la suficiente seriedad. En el centro de los textos recogidos en los dos volúmenes está la siguiente afirmación: la experiencia de infierno de Cristo en el Sábado Santo es una experiencia trinitaria y soteriológica que forma tanto la conclusión «necesaria» de la cruz cuanto el presupuesto «necesario» de la resurrección. El modo como esta experiencia pudo aquí ser carismáticamente comprendida en toda su fecundidad y en su pleno significado salvífico preservará al lector de pensar que esta exposición minimiza la seriedad de este dogma. Con todo, el lector habrá de admitir que raramente el Espíritu Santo ha regalado a su Iglesia una mirada más comprensiva y con más sentido salvífico que esta, la cual nos permite emplear precisamente en este ámbito la sentencia teológica fundamental: solo el amor es digno de fe. Se ha de señalar con insistencia e intensidad que estas descripciones nunca pueden ser separadas del contexto más amplio del que forman parte. Es decir, las numerosas meditaciones bíblicas de Adrienne von Speyr y sus exposiciones sobre temas particulares de la teología y de la espiritualidad forman la base sólida sobre la que se alza la estatua que surge en la Obra Póstuma.

Según la Introducción de Hans Urs von Balthasar

Literatura sobre el tema

• Hans Urs von Balthasar, “Allgemeine Einleitung in die Nachlassbände” [Introducción general a las Obras Póstumas de Adrienne von Speyr], en Das Allerheiligenbuch I. Johannes Verlag, Einsiedeln, 1966, pp. 7–32 [Die Nachlasswerke, 1].
• Hans Urs von Balthasar, Una primera mirada a Adrienne von Speyr. Ediciones San Juan – Fundación San Juan, Madrid – Rafaela, 2012.