Adrienne von Speyr fue una mujer de oración, de oración permanente. La renovación y vivificación de la oración de la Iglesia, sobre todo de la contemplativa (particularmente en los monasterios de clausura), fue una intención fundamental de su corazón. Todas sus obras son frutos puros de oración. La doctrina sobre la oración está esparcida en cada uno de sus escritos, pero se condensa en «El mundo de la oración» (1951) y «Experiencia de oración» (1965). Sin embargo, también en estos libros el aspecto propiamente místico de la autora apenas puede vislumbrarse.

En cambio, en «El libro de todos los santos» (volumen I de la obra póstuma de Adrienne) su cualidad mística aparece con toda claridad. Este libro, por su parte, reposa sobre un carisma inconcebible que a su vez tiene su fundamento en la transparencia ilimitada de la obediencia. Como padre confesor, a Hans Urs von Balthasar le fue dada la tarea y, con ella, la autoridad de «trasladar» en obediencia a Adrienne al espíritu de muchos santos y creyentes del pasado para conocer desde dentro la forma de su oración: la actitud de oración y, a menudo, la actitud de confesión que le está estrechamente relacionada, que pueden ser distintas del servicio aportado por el santo en otros campos.

Lo que primero sorprende en esta obra es la infinita variedad de formas de oración, que se van transformando de una persona a otra, la plenitud de vida dramática, de luchas, de fracasos, de logros. También sorprende ese punto de vista de la gracia divina, misteriosamente soberano, gracias al cual el que fracasa también es de algún modo recogido y reconciliado en la totalidad santa. Quizá en ésta como en ninguna otra obra deviene manifiesta la catolicidad del alma de Adrienne von Speyr. Ella no sólo reza en la Iglesia, sino misteriosamente incluso también como Iglesia. Que los santos del cielo condesciendan a exponer también sus faltas ante la entera Iglesia, en una especie de confesión pública, es una última confirmación de la doctrina ignaciana-joánica de la actitud de confesión y de la obediencia que se descubre de por sí (cf. las cartas enviadas a las Iglesias en el Apocalipsis).

Según la introducción de Hans Urs von Balthasar

Literatura sobre el tema

• Hans Urs von Balthasar, “Allgemeine Einleitung in die Nachlassbände” [Introducción general a las Obras Póstumas de Adrienne von Speyr], en Das Allerheiligenbuch I. Johannes Verlag, Einsiedeln, 1966, pp. 7–32 [Die Nachlasswerke, 1].
• Hans Urs von Balthasar, Una primera mirada a Adrienne von Speyr. Ediciones San Juan – Fundación San Juan, Madrid – Rafaela, 2012.