Así como toda la mística de Adrienne von Speyr es «encarnatoria», es decir, que tiende al hacerse cuerpo de la Palabra de Dios en la vida del cristiano, así también aquí es contemplada y apreciada la entera relación entre varón y mujer en todo su realismo, es decir, con los ojos del amor de Dios. Actúa de modo central la expresión de San Pablo en el capítulo quinto de la Carta a los Efesios: varón y mujer se han de ordenar y cumplir según la relación originaria de Cristo y la Iglesia (que es tanto «cuerpo» como «esposa» de Cristo). Es decir, acontece una acentuación simultánea de la unidad y unificación más intensa (lo cual presupone la misma dignidad de hombre y mujer) y de la diferencia más marcada de los sexos, precisamente para que la unidad pueda lograrse de modo más profundo (aquí es destacada la diferencia de las funciones sexuales).

El libro podría actuar de un modo liberador: por una parte, contra un feminismo que no es más que «masculinismo» que le imita de un modo perverso, pero sobre todo por una relación de los sexos ordenada y cumplida según Cristo y la Iglesia más allá de todo prejuicio cultural: eros que, purificado por el desinterés gratuito, deviene expresión pura del agape.

Literatura sobre el tema

Literatura sobre el tema

• Hans Urs von Balthasar, “Allgemeine Einleitung in die Nachlassbände” [Introducción general a las Obras Póstumas de Adrienne von Speyr], en Das Allerheiligenbuch I. Johannes Verlag, Einsiedeln, 1966, pp. 7–32 [Die Nachlasswerke, 1].
• Hans Urs von Balthasar, Una primera mirada a Adrienne von Speyr. Ediciones San Juan – Fundación San Juan, Madrid – Rafaela, 2012.