Este pequeño libro sobre la Santa Misa está inspirado esencialmente por una perspectiva paulina. Esto significa una especial preponderancia del papel jerárquico y apostólico –por eso aparece el sacerdote tan fuertemente como el mediador, a menudo casi aislado, en una posición «entre» Dios y la comunidad-, significa también una acentuación muy marcada de la subjetividad de la fe y, por último, la comprensión de la estructura de la santa Misa como algo que pertenece por sobre todo a la Iglesia apostólica con el fin de atesorar en esa forma el misterio de la Eucaristía.

El dictado del presente libro, que tuvo lugar en torno al año 1950, sigue estrechamente las oraciones de la Misa preconciliar, de modo que una adaptación total del texto a las fórmulas postconciliares hubiese sido posible solo forzándolo de un modo casi irresponsable. Sin embargo, vista de cerca, esa dificultad no era insuperable. En primer lugar, toda la interpretación del canon romano podía quedar sin cambios, lo mismo que el Kyrie, el Gloria, el Credo, la Epístola y el Evangelio. Además, con una ligera variante textual pudieron ser adaptados a la forma actual la introducción de la Misa y el cambio de la oración que antecede a la comunión. Por el contrario, nos ha parecido poco serio cortar el texto en dos pasos decisivos: el comentario al beso del altar, que en la liturgia anterior no sucedía al principio sino solo después de la absolución al subir al altar, y también las oraciones del «sacrificio» que eran especialmente ricas de contenido y a cuya letra el comentario ha seguido con mucha exactitud.

De la Introducción Hans Urs von Balthasar