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Tierra y cielo III (1949-67)
Los últimos años
Presentación
Descripción
Sobre los tres volúmenes de «Tierra y cielo» (VIII-X de la Obra póstuma de Adrienne von Speyr)
El título dado a este diario, «Tierra y cielo» (para ser preciso, habría debido agregarse también «infierno», pero este pertenece al ámbito del alejamiento de Dios propio de la «tierra»), se justifica a partir del contenido mismo. El tema no solo aparece expresamente en algunos pasajes –a Adrienne le es prometido que ella «vivirá en la tierra y en el cielo», que ella conocerá el cielo a partir de la tierra y la tierra a partir del cielo–, el tema caracteriza el movimiento intrínseco y omnipresente de esta existencia, destinada a conocer todos los modos de relación entre el mundo de los mortales y el mundo de Dios y de los inmortales, su cercanía y lejanía, su identidad y diferencia. En estos relatos, las variaciones en tales relaciones y en las formas de experimentarlas son tantas que siempre superarán cualquier intento de sistematización. Se puede bien decir que el lugar teológico de esta existencia no es el camino de la tierra hacia el cielo, como sucede en tantos místicos, sino la Comunidad de los Santos, sea que estos se encuentren en el cielo o en la tierra, en especial el permanente intercambio entre los santos en el cielo y aquellos en la tierra, en una palabra: la Iglesia en su dimensión total y en su plena vitalidad.
El «Diario» visto en su totalidad muestra una clara tendencia. Mientras en el primer volumen Hans Urs von Balthasar lleva solo la palabra y al principio reproduce las palabras de ella a partir de su recuerdo, en el segundo volumen Adrienne toma más y más la palabra por sí misma (a lo cual se ha acostumbrado gracias a los dictados sobre la Sagrada Escritura que Balthasar transcribía en estenografía mientras ella hablaba), para en el tercer volumen hablar casi sola.
Sobre el volumen tercero: «Los últimos años»
En los largos años abarcados por este volumen se apuntaron menos dictados que en los volúmenes precedentes, pues la cantidad de lo ya producido exigía una cierta limitación. A esto se añadió la creciente debilidad física de Adrienne, que –sobre todo en los últimos años– ya no hubiera permitido dictados como los de antes. Finalmente, el cambio de residencia impuesto a Hans Urs von Balthasar en los primeros años tras su salida de la Compañía de Jesús, y sus frecuentes ausencias de Basilea en los años siguientes conllevaron unas cuantas limitaciones.
Los temas precedentes continúan a ser desarrollados hasta en sus consecuencias últimas, a menudo más escondidas. El tema del intercambio entre el cielo y la tierra lo domina todo como un marco decisivo. Esto tiene lugar, por una parte, como encarnación de Dios y en la misma línea como corporeizarse de las verdades de fe (los ejercicios de penitencia que son exigidos con suma dureza van en general en esta dirección); por otra, como elevación de lo terreno hacia el cielo. Por lo tanto, entre las muchas extensas meditaciones sobre las fiestas cristianas casi no hay año en que falten las de la Ascensión de Cristo y de la Asunción en cuerpo y alma de María en el cielo. Así, uno de los temas tratados en el primer volumen del Diario recibe aquí su plenitud conclusiva.
La muerte de Adrienne fue un sufrimiento que parecía infinito, casi intolerable de contemplar. Ella lo había querido así, a semejanza de la priora de las carmelitas de Bernanos y de Gertrud von Le Fort. Así descendió una última vez en las humillaciones corporales más profundas y, seguramente, también en las oscuridades espirituales, hasta que desapareció definitivamente en las alturas de la gloria. No se ha de comparar los santos entre ellos. Sin embargo, uno se pregunta involuntariamente si en la Iglesia alguna vez han sido sondeadas de un modo semejante las dimensiones cristológicas entre infierno y cielo.
«¿Quién no se sentirá movido al agradecimiento», pregunta Balthasar, «frente a estos “doce canastos” llenos de “fragmentos”? [los doce volúmenes de la Obra Póstuma]. Cabe la esperanza de que lo más copioso, que no encontró expresión en palabras, no vaya perdido para la Iglesia, sino que será infundido en otros que están abiertos para el espíritu de Adrienne».
Según el prefacio de Hans Urs von Balthasar
Literatura sobre el tema
- Hans Urs von Balthasar, “Allgemeine Einleitung in die Nachlassbände” [Introducción general a las Obras Póstumas de Adrienne von Speyr], en Das Allerheiligenbuch I. Johannes Verlag, Einsiedeln, 1966, pp. 7–32 [Die Nachlasswerke, 1].
- Hans Urs von Balthasar, Una primera mirada a Adrienne von Speyr. Ediciones San Juan – Fundación San Juan, Madrid – Rafaela, 2012
Ediciones
Edición en idioma original
Erde und Himmel III (1949-67)
Editorial:
Johannes VerlagAño de publicación:
1976Ir a la ficha de la edición