El editor nos dice que de las numerosas expresiones de Adrienne von Speyr sobre la oración ha elegido para esta obra un determinado número según temas centrales, así como escogemos flores para hacer un ramillete. Por tanto, no se ha de ver tanto la composición exterior sino el contenido de cada texto. La unidad real del libro está, como en cada uno de los libros dictados por la autora, en que cada visión humana es conducida y fundamentada en una eclesial, cada visión eclesial en una cristológica y cada meditación cristológica en una trinitaria. Esto nos delata ya la idea real central del libro: la oración, como todo lo que es dado al hombre a partir de la apertura de sí de Dios en Cristo, tiene su fuente raigal en Dios mismo, en el intercambio de su vida trinitaria. Rezar cristianamente es, pues, participar en la vida y oración de Dios como se revela y se cumple en el mundo por Jesucristo, nuestro Señor, que nos la da como propia para que nosotros recemos junto con Él.

Según el Prefacio de Hans Urs von Balthasar