Este «camino de la cruz» (presentado como libro en Johannes Verlag con dibujos de Christa-Maria Weber-Keimer) fue solicitado por el papa Juan Pablo II y fue rezado por él en el Coliseo el Viernes Santo del año 1988. Es un camino universal de cara a la cruz cuyo madero horizontal se expande desde un confín del mundo y de su historia hasta el otro. La «teología arrodillada» de Hans Urs von Balthasar aparece aquí de rodillas ante la cruz. Sus temas se vuelven concretos y actuales meditando las consecuencias últimas de la encarnación: el ser clavado del Hijo de Dios entre cielo y tierra. Clavado es el Hijo por amor al Padre y por amor el Padre lo entrega a la ignominia y al rechazo del hombre. Y clavado junto con Él es el pecado del mundo entero, el estado de abandono de Dios propio del pecado. Estos son los temas centrales de la teología de Hans Urs von Balthasar que aquí confluyen en la adoración del Crucificado.