La teología de Pierre Ganne desde su núcleo ignaciano
Este pequeño libro es una invitación a acercarse a la figura y a la obra del padre Pierre Ganne (1904-1979). Menos conocido que los grandes teólogos de su generación (fue amigo de Hans Urs von Balthasar y Henri de Lubac), este jesuita francés ha sido un «teólogo de servicio»: su trabajo, siempre alimentado por el espíritu de San Ignacio, quiso ser una ayuda para la vida espiritual de los fieles cristianos, abordando desde el centro de la Revelación también las cuestiones más candentes de la actualidad. Ricardo Aldana reconduce aquí el pensamiento de Ganne al «principio y fundamento» de los Ejercicios ignacianos: la creaturalidad del hombre y su orientación hacia la alabanza y el servicio de su Creador y Señor (EE 23). Sus reflexiones, que en las huellas del propio Ganne son a su vez una «teología de servicio», no quedan reservadas a los especialistas: ellas, de hecho, arrojan sobre la existencia del hombre la luz del misterio del ser creado, promoviendo la libertad y el discernimiento «profético», y animando a la alegría y al agradecimiento.
Este pequeño libro es una invitación a acercarse a la figura y a la obra del padre Pierre Ganne (1904-1979). Menos conocido que los grandes teólogos de su generación (fue amigo de Hans Urs von Balthasar y Henri de Lubac), este jesuita francés ha sido un «teólogo de servicio»: su trabajo, siempre alimentado por el espíritu de San Ignacio, quiso ser una ayuda para la vida espiritual de los fieles cristianos, abordando desde el centro de la Revelación también las cuestiones más candentes de la actualidad. Ricardo Aldana reconduce aquí el pensamiento de Ganne al «principio y fundamento» de los Ejercicios ignacianos: la creaturalidad del hombre y su orientación hacia la alabanza y el servicio de su Creador y Señor (EE 23). Sus reflexiones, que en las huellas del propio Ganne son a su vez una «teología de servicio», no quedan reservadas a los especialistas: ellas, de hecho, arrojan sobre la existencia del hombre la luz del misterio del ser creado, promoviendo la libertad y el discernimiento «profético», y animando a la alegría y al agradecimiento.