«Abatir los bastiones –en el que muchas veces se ha querido ver una anticipación de concepto de aggiornamento del papa Juan XXIII y del cual yo me habría retractado luego del Concilio Vaticano II en favor de una actitud conservadora– tiene en realidad un origen muy distinto, es decir, el universalismo de la salvación (ya presente en Teología de la historia) así como Orígenes, E. Przywara, Henri de Lubac y Karl Barth lo propusieron y el concepto de misión de Adrienne von Speyr –aplicado por ella a la Iglesia abierta y enviada al mundo– había prefigurado.» (Hans Urs von Balthasar, Nuestra tarea).
Esta pequeña obra, cuyo subtítulo es “Sobre la Iglesia en nuestro tiempo”, fue publicada por primera vez en 1952. Ella quiere ser, pues, una ayuda para la nueva situación de la Iglesia: ser levadura del mundo, entenderse como un instrumento solidario para mediar la salvación a todo el mundo.